Los padres que hemos sufrido bajo los efectos del “cachondeo nocturno” o llamado “no saber dormir” de nuestros hijos, sabemos hasta qué punto puede llegar a trastornar nuestras vidas un sueño interrumpido.
Uno de cada diez niños de entre 5 y 13 años padece dificultades con su sueño: nunca encuentra el momento de acostarse, o bien se desvela a media noche o se inventan una excusa para ellos convincente. El niño despierta a sus padres y en muchos casos incluso se va adormir con ellos. El resultado de tanto trajín nocturno es que toda la familia sufre irritación, somnolencia, bajo rendimiento físico y mental, sentimientos de culpabilidad y frustración.
Os voy a proponer un juego divertido para llevar a cabo toda la familia. Se trata del “Calendario mensual del Sueño”. En él anotaremos a diario una cara sonriente o una triste, depende del comportamiento del niño. Es el Método Estivill (Dr. Eduard Estivill, pediatra y neurofisiólogo - Clínica Del Sueño Estivill del USP Institut Dexeus Barcelona).
A decir verdad, a mi me funcionó de maravilla con mis hijas. No sabían dormir o se despertaban a menudo a media noche, pesadillas, miedos o el típico cachondeo a la hora de acostarse, el caso era, fastidiarnos el tan merecido descanso nocturno. A parte de seguir unas pautas y por supuesto cumplirlas, también he optado por dejarles una luz tenue que les produce sensación protectora durante toda la noche.
Como elaborar el Calendario y las Reglas:
Dibujamos un recuadro introduciendo las casillas correspondientes a los días del mes en cuestión, dibujamos un círculo en cada casilla para posteriormente introducir la carita sonriente o triste y los puntos obtenidos. En la parte superior anotamos en fila las tareas diarias y los puntos correspondientes (total 52 puntos): deberes (9), juego/TV (5), baño (6), cena (8), tertulia (7), ir al aseo antes de dormir (4), leer en la cama (3) y por último el más importante, en la cama durmiendo (10). Tenemos que adjudicar un tiempo considerable a cada tarea, sabemos que los deberes son más importantes que la TV y que conseguir que duerman solos es un éxito rotundo, por lo que esto último será recompensado.
Puntuación:
Si el niño ha logrado cumplir sus tareas a rajatabla, es decir, los 52 puntos en un solo día, introducimos una carita sonriente en el día correspondiente, si no ha conseguido los objetivos, anotaremos una carita triste y los puntos obtenidos para que relacione la diferencia. Ante “su derrota”, le diremos: “Uy, casi conseguido, mañana mejor, cariño”. Darle ánimos le estimulará para hacerlo mejor al día siguiente. Atención, sólo si ha cumplido al 100% la tarea se anotará los puntos correspondientes, en caso contrario, si existen riñas y tira y afloja, anotaremos un 0 (cero).
Si el niño logra en sus primeros días 3 caritas sonrientes consecutivas, se le premiará con un pequeño detalle, suficiente para animarle a conseguir más caritas sonrientes, y así, sucesivamente, hasta 5 caritas, 7 y el logro mayor, 10 caritas sonrientes consecutivas. En este caso le podemos obsequiar con algo que desee realmente, algo más significativo para él. No os preocupéis pensando que conseguirá caritas sonrientes rápidamente y nos dejarán “pelaos” pidiendo regalos, por regla, tardan casi un mes en cumplir los objetivos. Entre las caritas sonrientes, más de una vez toparán con una triste.
¡Ánimos y a por ellos! Ya me contaréis cómo os ha ido este método/experimento.